"La vida, como el café: cargada y a sorbos sabrosos"

viernes, 21 de octubre de 2011

De la congeladora legislativa y otros demonios.



¿Más temas a la congeladora legislativa? ¿Tener que poner en manos de los intereses partidistas, electorales, personales, y casi pasionales, las reformas de Estado que urgen a México? Repasemos las iniciativas más importantes que esperan un nuevo periodo ordinario para ser discutidas y, con mucha suerte aprobadas, no con los contenidos posibles en un ambiente politiquero, sino los necesarios en un contexto de urgencia por política responsable; repasemos también nombres y hechos que hasta ahora han afectado su debate.
Luis Villavicencio Rascón*

Terminó otro periodo ordinario de sesiones en el Congreso de la Unión, como era de esperarse, con temas de gran trascendencia dejados sobre los curules vacíos. Los intereses políticos y electoreros no permitieron que un periodo extraordinario desahogara parte de dichos pendientes. Tres son los temas que destacan, no sólo por su importancia en la modernización del Estado Mexicano, sino por la manera en que se dieron los juegos de poder e interés – ya no los debates- que terminaron por frenarlos en seco. Las reformas política y laboral, así como la Ley de Seguridad Nacional, tendrán que esperar una nueva oportunidad en el último año de la presente legislatura para ver si serán aprobadas, modificadas, recortadas u olvidadas en los archivos.
                A continuación se habla brevemente de los contenidos de las iniciativas presentadas en cada tema, así como de la manera en que se presentaron los hechos para que terminaran en la congeladora legislativa estos tres temas que no son menores en la agenda política del país. Este mes inició el primer periodo de sesiones del último año de la LXI Legislatura; por ello la importancia de saber qué se debate, por qué no se aprueba, y qué se espera.

Reforma Política
Al comenzar la segunda mitad de su mandato, Felipe Calderón aventuró una de las iniciativas más ambiciosas para modificar las formas, mecanismos y dinámicas de la política nacional. Básicamente podríamos dividir los diez puntos que contiene en tres rubros: de empoderamiento ciudadano (candidaturas ciudadanas, iniciativas ciudadanas, reelección consecutiva de legisladores y miembros de ayuntamientos hasta por doce años para privilegiar la rendición de cuentas); facultativos (para que el Ejecutivo Federal pueda hacer observaciones a los proyectos de ley aprobados en el Congreso y al Presupuesto de Egresos, para que dicho poder pueda iniciativas preferentes al Congreso al inicio de los primeros periodos ordinarios, y  para que la SCJN pueda presentar iniciativas de ley referentes a su competencia); de formas y procesos políticos (reducir número de legisladores, aumentar los votos requeridos por un partido para mantener su registro de 2% a 4%, aplicación de la segunda ronda y mayoría absoluta para la elección presidencial).
 Inmediatamente se inició el debate en la opinión pública, sobre todo a través de los intelectuales y los analistas políticos de encontradas ideologías; algunos detectaron algunos huecos o fallas que creyeron necesarias de revisar y de discutir para garantizar el verdadero empoderamiento ciudadano que sugería, pero en general la recepción de la propuesta causo entusiasmo con respecto a varios de los puntos enumerados en él. La realidad es que la iniciativa fue progresista y, por lo mismo, alertó a los interesados en mantener el statu quo que ha beneficiado más a la clase política que al mexicano de a pie.
Lo único que logró fue que dicho documento permaneciera congelado por dos años completos hasta que, a inicios de este año y debido a que la agenda de Calderón coincidió con la del Senador Beltrones –aspirante priísta a la candidatura presidencial que sintió la necesidad de hacer notar su trabajo legislativo impulsando iniciativas- se volvió a tocar seriamente el tema de dicha iniciativa. Lamentable e inconvenientemente, la institucionalidad del tricolor no se hizo presente en esta ocasión por lo que, aún cuando el 27 de abril se aprobó en el Senado la reforma en lo general y lo particular, la Cámara Baja controlada por los intereses del Gobernador del Estado de México decidió pararla en seco. Hay, entre propios y ajenos, quienes ya lo llamas Diputado 501.
A pesar de las presiones hechas no sólo por Acción Nacional y el PRD, sino también por ciudadanos sumados al movimiento que encabeza Javier Sicilia, la bancada priísta y sus aliados decidieron no discutir en dicho periodo la Reforma Política. Ni siquiera se mostró el interés por considerar un periodo extraordinario de sesiones, por lo que las reformas que se apliquen en dicha materia ya no entrarían en vigor para 2012, sino hasta 2015. El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara baja, Jorge Carlos Ramírez Marín simplemente dijo que era “sumamente difícil” que pudiera aprobarse la reforma política en San Lázaro, y con ello dijo todo. Sus mayores temores: las candidaturas ciudadanas y la reelección de legisladores y miembros de ayuntamientos.

Reforma Laboral
Otro caso, quizás más absurdo e insultante para la sociedad, es éste. Desde hace ya varios años se venía mencionando, dentro de las reformas de Estado necesarias, la correspondiente a la materia laboral: un tema que tiene más de 40 años sin modificarse en nuestro país. Dicha situación ha permitido que se mantengan estructuras y situaciones laborales arcaicas, que dejan desprotegidos a sectores como la juventud y las mujeres, pero sigue dotando de libertades y capacidades excesivas a los sindicatos y corporaciones. De allí la importancia de eliminar los corporativismos y obligar a los sindicatos a rendir cuentas y transparentar sus funciones.
Durante la primera quincena de marzo, después de que el PAN presentara una iniciativa de reforma laboral, el PRI se apresuró a hacer lo propio y presentar una alternativa. Al siguiente día, mientras Javier Lozano –en aquel tiempo todavía aspirante panista a la candidatura presidencial- elogiaba en una entrevista para Milenio la propuesta presentada por el tricolor y decía esperar que su tránsito por el Poder Legislativo fuera rápido, Felipe Calderón aparecía en Primero Noticias mencionando el tema en su discurso durante algún evento y decía “felicitar al PRI por la iniciativa y hacer votos por que se aprobara lo antes posible”. La mesa parecía estar puesta para un inesperado acuerdo entre fuerzas políticas encontradas.
                Sin embargo el sector obrero reunido en sindicatos, sobretodo ligados al aún vigente corporativismo priísta, no tardó en inquietarse por de temas incluidos como la flexibilización de las contrataciones (hoy en día la jornada laboral en México es de 8 horas diarias y con la flexibilización se abría la posibilidad al pago por horas). Esto, unido a la cercanía de las elecciones en Estado de México y a los diálogos que Peña Nieto sostenía con los líderes obreros, ocasionó que el Diputado 501 tomará acción y también frenara esta reforma. El Revolucionario Institucional decidió que ‘siempre no’, y que era necesario darle una revisada a su propia iniciativa. 
Los puntos importantes de la reforma: Contratos de  prueba para jóvenes hasta de 6 meses  con salario, prestaciones y seguro social para que puedan conseguir su primer empleo; en caso de estudiantes contratos por hora, medio día, por día, por semana o por meses, con las mismas condiciones. Prohibir los certificados de no-embarazo para entrar a trabajar, permanecer o ascender en el empleo, así como el libre uso de sus 12 semanas de descanso pre y post parto. Para los jornaleros agrícolas se contempla seguro social, agua potable en la jornada, transporte adecuado, guarderías, primeros auxilios y habitación digna. El outsourcing se  regularía con contratos por escrito y con seguro social. Finalmente, se tipifica como delito la contratación de menores de 14 años fuera del círculo familiar y se exige la adecuación las instalaciones para personas con discapacidad en empresas de 50 trabajadores o más.
Lo ridículo: que un día después de finalizadas las elecciones de el presente año, Humberto Moreira –Presidente Nacional del PRI- declarara ‘ahora sí vamos por las reformas’.  Después la amenaza fue que no le hablaran de ninguna reforma hasta que se pasara la Ley General de Coordinación fiscal que garantizaría mayores recursos a los estados; esto hasta que se tropezó con las acusaciones hechas por la deuda dejada y el uso de documentos falsos para la contratación de créditos durante su mandato en el Estado de Coahuila. Así las cosas.

Ley de Seguridad Nacional
Finalmente otro tema detenido, y para nada menor, es el que corresponde a la propuesta hecha por el Ejecutivo Federal para regular las acciones del Ejército, así como para dotar al Presidente y al cuerpo castrense de ciertas atribuciones. En este tema era de esperarse la pronta intervención de grupos de la sociedad civil que temieron que se tratara de una manera de dar más poder a las fuerzas armadas para actuar afectando impunemente a los ciudadanos, sin dotar a éstos de las suficientes garantías de que sus derechos serían protegidos ante todo. Eduardo Gallo, Javier Sicilia y Julián Le Barón, entre otros, ejercieron presión con apoyo del PRD para frenar la aprobación de la ley.
                El debate sobre la ley tuvo que abrirse a la sociedad que, desafortunadamente también mostro su división. Por un lado el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que atacó frontalmente la iniciativa y, por otro, personajes como Isabel Miranda de Wallace, María Elena Morera y Alejandro Martí que intentaron impulsar el proyecto de ley, siempre y cuando se aclararan conceptos y puntos como “seguridad interior” y “capacitar a las Fuerzas Armadas en torno al uso de la fuerza”, pues son ambiguos.
Otros puntos que han causado la inconformidad de los grupos sociales es que la iniciativa no contempla un punto para el regreso de los militares a los cuarteles, tiende a convertir al Ejército en una policía civil acotada, reviste al Ejecutivo de muchas facultades. El caso es que la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados la aprobó sólo en lo general para entrar en su revisión, sobre todo con el altero de reservas que pusieron las bancadas priísta y perredista.

Hace unas semanas, en programa con Joaquín López Dóriga, los presidentes nacionales de los tres partidos con mayor representación y sus coordinadores de bancada en las dos cámaras participaron en una mesa de diálogo para impulsar las reformas en materia de seguridad apenas iniciara el presente periodo de sesiones. La mesa se tornó en una verdadera fiesta. Todo mundo “se congratulaba”, “veía con agrado” las participaciones anteriores, “daban la bienvenida” a las muestras de disposición, etc. Sin embargo, en el interlineado de los discursos, las diferencias de fondo siguieron vigentes. Esperaremos los debates en la tribuna y los acuerdos políticos.
                Al cierre de esta edición de TODO ES POLÍTICA el periodo ordinario de sesiones no ha tenido tiempo de mostrar si será escenario de los mayores acuerdos políticos que esta administración haya observado (según se ha anunciado); sin embargo estaremos siguiendo el camino de estas reformas e informando en tiempo oportuno sus avances o caídas.