"La vida, como el café: cargada y a sorbos sabrosos"

lunes, 12 de diciembre de 2011

Quedarte a dormir

Quedarte a dormir

Creo seriamente
que deberías
quedarte a dormir.
Por la mañana
abrir mis cortinas,
preparar mi café,
verme salir  y esperar
junto a la puerta
hasta que regrese.

Si abrieras las cortinas
entenderías con tus ojos
mi manera de despertar;
verías esa luz y los colores
que te ponen cada vez
 en mi primer pensamiento.

                Me gusta despertar
                con la mente en blanco,
                y tomarme la libertad
                de escogerte
                como primer pensamiento.

Si te quedaras a dormir,
además de la libertad,
podría tomarte a ti
endulzada con café.

Si durmieras aquí
y prepararas mi café,
podrías aprovechar
y verter en mi taza
las preocupaciones
que anoche
no te dejaron dormir.
Yo las haría mías,
sólo por quitártelas
y después desecharlas.

Y si en la puerta me despidieras
para verme salir al frío,
podrías recibirme de nuevo
con un beso un minuto después.
Ya entonces,
con el diario en la mesa,
podría hacer el desayuno
y habría de qué charlar
al terminar.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Cómplices sencillos

Quisiera tener cómplices,
como lo absurdo
y como la música,
que improvisaran canciones
donde el ritmo surgiera
de tu nombre junto al mío.

Imagen: Chris R. Larson
Les pagaría tragos
y llenaría sus copas,
para oír sus voces
trovando versos
y coplas de mentira.

Brindaría a su nombre
para escuchar el tuyo;
les daría monedas
para obtener consuelo;
y compraría engaños
vestidos de bohemia
que escondieran sus juicios
y fingieran amistad.

Entonces, ya amargos,
diríamos ser felices
y con guitarra en mano
te iría a convencer,
de que el amor
se da sencillo
cuando mi nombre
en tu sonrisa,
cuando mi sonrisa
en tu nombre.